Progreso Contra El Cambio Climático
Mientras los países se reúnen para la crucial cumbre climática de la ONU COP27, todos los ojos están puestos en los avances hacia la ampliación de la financiación climática para apoyar a las naciones en desarrollo en la adaptación a los impactos climáticos y la transición hacia las energías limpias.
Las señales son prometedoras de que se pueden lograr compromisos sustanciales, aunque persisten los desafíos para hacer frente a la urgencia de la crisis. “La financiación climática se ha convertido en un tema central en las negociaciones climáticas globales durante el último año”, afirmó el experto en financiación climática John Doe. “Y en la COP27, estamos viendo cuatro signos alentadores de progreso”.
En primer lugar, el objetivo de lograr emisiones netas cero de gases de efecto invernadero para 2050 para detener el calentamiento global se está volviendo más claro. En la COP26 en Glasgow el año pasado, los bancos privados, las aseguradoras y los inversores institucionales que representan 130 billones de dólares en activos se comprometieron a alinear sus carteras con el objetivo de temperatura de 1,5°C.
En segundo lugar, se están realizando nuevos compromisos financieros para aumentar el apoyo a los países más pobres. El mundo desarrollado enfrenta presión para finalmente cumplir con su compromiso anual incumplido de 100.000 millones de dólares en financiación climática para los países en desarrollo.
En tercer lugar, hay un creciente enfoque en la gestión de los riesgos financieros relacionados con el clima. Hay iniciativas en marcha para divulgar y mitigar los posibles shocks económicos derivados de los impactos climáticos en las carteras y clases de activos.
Finalmente, hay signos de frenar el “lavado verde” por parte de empresas e instituciones financieras que hacen afirmaciones climáticas sin acciones sustanciales que las respalden. “La cumbre de Glasgow estuvo a punto de descarrilarse por la frustración sobre las promesas vacías”, señaló Doe. “En la COP27, existe un imperativo de mostrar un progreso real”.
Si bien el camino sigue siendo una batalla cuesta arriba, el mayor compromiso del sector financiero brinda esperanzas de que la COP27 podría ser un punto de inflexión para desbloquear los fondos que los países en desarrollo necesitan para una transición climática equitativa. “El dinero está ahí”, dijo Doe. “Ahora debe movilizarse”.